Como dice el estándar
de la raza, el alaskan malamute es un perro
afectuoso y amigable con las personas,
motivo por el cuál puede ser un perro perfecto
como perro de compañía y por el
que no es apropiado como perro de guarda. Siempre
está dispuesto a jugar, incluso a edad
avanzada, pues tiene un espíritu muy alegre
e incluso en los momentos más tensos (cuando
les estás regañando tras una fechoría
por ejemplo) se las apañan para arrancarte
una sonrisa con sus payasadas.

Foto cedida por Patricia Bengoetxea. En recuerdo
de Aske.
Las personas que conviven con un malamute de
Alaska y que aceptan sus particularidades (no
es una raza perfecta, ojo, ver Pros
y Contras por ejemplo) suelen comentar que
es una raza especial, con la
que se consigue una conexión especial que
no se tiene con otros perros. Mi opinión
personal es que este tipo de perros nórdicos
conservan mucho más presente las reglas
y formas de comportamiento de sus antecesores
los lobos, donde la jerarquía y las relaciones
entre miembros de la manada son muy importantes.
En una manada de lobos, el más
mínimo gesto o mirada tiene un significado
concreto y ayuda a la comunicación
y coordinación de sus miembros.
Pues bien, extrapolándolo al malamute
no es raro que los dueños de estos preciosos
animales solamos comentar que una mirada
basta para que el perro sepa lo que le
pedimos y para que nosotros sepamos qué
es lo que quiere decir nuestro malamute, es decir,
la relación suele ser muy profunda. Tampoco
es raro encontrar personas que ven en su malamute
a uno de sus mejores amigos.
Pero para llegar a esta conexión malamute-humano
hay que trabajar y tratar con el perro desde los
primeros días de convivencia con nosotros.
Los malamutes no estarán dispuestos a cooperar
con nosotros a menos que nosotros pongamos de
nuestra parte. Se podría decir que un
alaskan malamute vive contigo, no para tí.
No te asustes, cuando me refiero a trabajar y
tratar con el perro, se trata simplemente de interactuar
con el perro: jugar con él (¿no
te he dicho que son muy payasetes?), acariciarle,
llevarle a pasear, darle la comida, cepillarle,
etc. es suficiente para que el perro esté
dispuesto a aprender las órdenes y normas
básicas que le enseñes.
Respecto a la relación de los
malamutes con otros perros, a lo largo
de la web comprobarás que son perros por
lo general dominantes con otros especímenes
caninos. Hay gente que tiene malamutes conviviendo
en un grupo de perros sin problemas pero hay que
tener presente que precisamente por sus arraigadas
costumbres loberas, el malamute intentará
escalar puestos en la escala jerárquica
y puede que haya enfrentamientos periódicos
que habrá que vigilar y saber controlar.
Esto es un pequeño esbozo del temperamento
del alaskan malamute, visto desde los ojos de
una apasionada de la raza. Quedan más puntos
a tratar porque es un animal complejo, por eso
te animo a seguir leyendo las distintas secciones
de la web y a que te pases por los foros
para ver las opiniones de otros dueños
de malamutes.
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