Genes, alelos y loci
El material genético se encuentra dentro
del núcleo de la célula
y consiste en cadenas de ADN organizadas en cromosomas.
Los humanos tenemos 23 pares de cromosomas bastante
grandes, mientras que los perros tienen
39 pares de cromosomas más pequeños.
Cada gen es en realidad un código que
le dice a la célula como fabricar determinadas
proteínas, o cuando se pueden activar o
desactivar otros genes. Un gen puede por tanto,
poseer la descripción de un rasgo físico
del animal, por ejemplo, el color de ojos o de
pelo. Cada gen en concreto se encuentra en el
mismo lugar de un cromosoma determinado.
Este lugar se denomina locus (en plural
loci).
De forma frecuente, los genes pueden presentar
ciertas variaciones, que codifiquen
proteínas diferentes y que por lo tanto
originen características distintas de la
original. Cada una de las variaciones de un gen,
se llama alelo. Cada
locus tiene 2 alelos, uno por cada cromosoma
del par, heredados respectivamente de
la madre y del padre.
Homocigosis y heterocigosis
Cada individuo tiene por tanto 2 copias de cada
gen, un alelo de la madre y otro del padre. Estos
alelos pueden ser los mismos o diferentes. Si
un individuo tiene 2 alelos idénticos,
se dice que es homocigoto para
ese gen concreto. Si en cambio son diferentes,
se dice que es heterocigoto para
ese gen.
El homocigoto sólo puede transmitir a
su descendencia una clase de alelo, mientras que
el heterocigoto puede transmitir 2 alelos diferentes.
Dominante y recesivo
Estos términos hacen referencia a lo que
ocurre en individuos heterocigotos, que tienen
2 alelos diferentes en un mismo locus. Un alelo
dominante anula completamente a un alelo recesivo,
por lo que sólo se puede ver lo que indique
el alelo dominante. Esto indica que un individuo
que un alelo dominante y otro recesivo tendrá
la misma característica concreta que uno
con 2 copias del alelo dominante. Los alelos dominantes
se designan mediante letras mayúsculas,
mientras que los recesivos lo hacen con letras
minúsculas.
Un individuo que muestre una característica
dominante, por ejemplo, un perro de color negro
sólido, puede ser homocigoto o heterocigoto
para ese gen particular. Es imposible decidir
cuál es el caso con tan sólo mirar
al perro; hay que mirar a su ADN para estar seguros
de lo que porta genéticamente.
En algunas ocasiones basta mirar a las características
de los padres del perro o los colores de una camada
para saber si un ejemplar en concreto es homocigoto
o recesivo para un gen. En cambio, un perro que
muestre un rasgo recesivo es obligatoriamente
homocigoto para ese rasgo.
Genotipo y fenotipo
El genotipo de un ejemplar es su código
genético, o los alelos que tiene.
El fenotipo de un ejemplar, son sus características
visibles tales como el color de su pelo,
su tipo de sangre, color de ojos, etc.
Hay que destacar que ejemplares con idéntico
fenotipo pueden tener genotipos distintos y por
lo tanto su descendencia puede variar bastante
en sus características. Si por ejemplo
un malamute (o cualquier otro perro) tiene pelo
corto, representado por la letra L, este perro
puede ser L / L (homocigoto) o L / l , heterocigoto
y por lo tanto portador de pelo largo. Por lo
tanto del cruce del anterior, sólo podrán
originarse cachorros de pelo normal, mientras
que el heterocigoto podría originar cachorros
de pelo largo si la madre es portadora también.
Cuando es imposible determinar el genotipo de
un ejemplar, se suele emplear este tipo de notación
L / _, que indica que el perro
es de pelo corto normal pero es imposible saber
si el otro alelo es igual o distinto.
En resumen, los principios más
importantes a recordar es:
- Un perro que muestre un rasgo recesivo nunca
puede pasar a su descendencia el dominante.
- Un perro que muestre un rasgo dominante puede
o no pasar a su descendencia el alelo responsable
del rasgo recesivo.
Esto significa que los únicos
rasgos que pueden esconderse o saltar generaciones
como normalmente se suele decir, son aquellos
que son recesivos. Los rasgos de carácter
dominante no pueden saltar generaciones y aparecer
de repente en el cruce de dos ejemplares que no
los porten.
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