El pelo del cachorro es más complicado
de cepillar porque es más un manto lanoso,
pero una vez que cambian el pelo al definitivo
verás que su textura cambia y que el doble
manto se distingue fácilmente. En este
momento es importante que en cada cepillado airees
bien el pelo, abriéndolo por capas
hasta la piel, para mantenerlo sano y
en buen estado.
Antes de empezar a cepillar, rocía
ligeramente con un spray con agua a tu
malamute. Es un truco para que no se genere electricidad
estática, que puede dar lugar a pequeños
calambres y al mismo tiempo evitarás que
los pelos se queden pegados por todos lados. Lo
normal es comenzar usando un cepillo de
púas largas con el que hacer un
cepillado vigoroso de todo el cuerpo de forma
rápida. Si detectas alguna zona con nudos
o en las zonas de pelo largo, como puede ser los
cuartos traseros sobre los que se tumban, faldones,
zona del collar, ect, usa el peine o incluso la
carda.
Debes cepillar a contrapelo,
para favorecer más aún la aireación;
además es la forma de peinar para las exposiciones
caninas ya que se consigue dar más
volumen al pelo y el malamute queda más
vistoso. Existe un truco para no dejarte ninguna
zona sin repasar que consiste en ir abriendo el
pelo con una mano en el sentido del contrapelo
mientras que con la otra vas cepillando el pelo
que va escapando de tu mano, tal como muestra
la mano.
Técnica de cepillado del alaskan malamute:
con una mano el peloen dirección ascendente
y con la otra cepilla o peina el pelo desde la
raíz en sentido descendente.
En condiciones normales, con un cepillado
semanal basta lo cuál no quita
que haya malamutes que con una frecuencia menor
tengan el pelo estupendo y otros que necesiten
cepillados más continuos. No obstante recuerda
que los cepillados estimulan el riego sanguíneo
a los folículos, y que así reciben
más nutrientes, con lo cuál el pelo
crecerá más sano. En épocas
de muda, la frecuencia deberá ser diaria
precisamente para retirar lo antes posible el
pelo muerto y favorecer la salida del nuevo.
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