Cepillados y cuidados en el cachorro de malamute

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Se debe empezar a acostumbrar al cachorro a los cepillados desde el primer momento. Típica estampa de un cachorro de malamute: lleno de barro.  Se trata de nuestra Kylie, bastante revoltosa desde pequeña.No esperes a que tenga el pelo enredado, cuanto antes conozca la rutina de los cepillados mejor. Utiliza un cepillo (puedes comprar uno más pequeño que el que vayas a usar de adulto) o una carda suave. Las sesiones deben ser muy cortas, no más de unos minutos. Primero muéstraselos para que los huela y vea que no hay nada amenazante en esos utensilios y luego intenta cepillarle suavemente con ellos como si fuera una caricia. Si se rebela, intenta ofrecerle una distracción como un juguete o una golosina y mientras se lo das sigue cepillando. Si te hace amago de morder, lo mejor es decir un NO seco a modo de regaño, parar hasta que se calme y volver a intentarlo a continuación. Cuando se tranquilice y acepte el cepillo sin problemas, termina la sesión con un premio y una felicitación.

Si necesitamos una limpieza más profunda y no queremos bañarlo porque no esté completamente vacunado, podemos recurrir a varias técnicas. Una de ellas es usar un champú en seco. Este tipo de productos se frotan sobre la superficie sucia del animal y se dejan actuar el tiempo indicado en las instrucciones hasta que quedan más o menos secos. Luego se retira cepillando o frotando con una toalla dependiendo del producto aplicado.

También podemos recurrir a la maicena (harina de maíz) para retirar la suciedad del cachorro, sobretodo si es “húmeda o pastosa” (ya sabéis por donde voy). Se reboza la zona sucia con ella para que la maicena se adhiera a la porquería y a continuación se cepilla al animal para retirarla. Además la maicena tiene la ventaja adicional de blanquear más todavía las partes blancas, hasta el punto que también es un truco usado en las exposiciones caninas cuando se está preparando al perro para salir al ring.

El talco es otra alternativa pero tiene la desventaja de que hay que cepillar muy bien al perro para asegurarnos de no dejar el mínimo rastro de talco sobre la piel ya que podría obstruir los poros de la piel y ser más perjudicial que beneficioso.

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