Ciertos perros pueden tener predisposición
a que les crezcan las uñas de forma desmesurada,
sobretodo aquellos que hacen poco ejercicio o
que no tienen contacto con superficies abrasivas
que favorezcan el limado de las uñas de
forma natural.
Conviene cuidar la longitud de las uñas,
ya que si crecen demasiado los dedos adquieren
una curvatura anormal y se podrían llegar
a deformar, causando molestias y problemas para
andar al animal. No se debe olvidar las uñas
de los dedos laterales de las manos o
de los espolones traseros si los tienen
porque esas uñas sí que crecen mucho
más al no estar en contacto con el suelo
y pueden llegar a clavarse en la piel
si no las revisamos periódicamente.
Hay que tener en cuenta que el alaskan malamute
tiene unas uñas fuertes y bastante
grandes, desarrolladas para lograr más
tracción cuando el perro trabaja tirando
de un trineo. Por lo tanto es recomendable contar
con un buen cortaúñas para
perros que nos permita un corte limpio
de este tipo de uña.
Conviene que tu veterinario o peluquero canino
de confianza te dé instrucciones al menos
la primera vez para hacer un corte seguro de la
uña, ya que todas las uñas
tienen una parte interior carnosa muy irrigada
y con terminaciones nerviosas, que no
hay que tocar cuando cortemos las uñas.
Si al cortar la uña llegas a esa zona,
aparte del dolor momentáneo que le producimos
al perro, sangrará profusamente y es muy
difícil detener la hemorragia de estos
cortes hasta el punto de que existen productos
cicatrizantes específicos.
Fíjate en la zona rosada de la uña:
es la médula que no debes tocar cuando
cortes las uñas a tu perro.
En uñas blancas es fácil ver donde
está esta zona, pero no ocurre lo mismo
con uñas oscuras por lo que es mejor pecar
de prudente que pasarse. Por lo tanto es
aconsejable ir cortando poco a poco la uña,
en pequeñas capas o lascas. Si repites
estos pequeños cortes cada pocos días,
conseguirás además que la zona irrigada
se vaya retrayendo paulatinamente con lo que será
más fácil mantener las uñas
con una longitud apropiada.
Y para terminar con el cuidado de los pies, examinaremos
las almohadillas para comprobar que no
haya heridas o cortes o cuerpos extraños
alojados entre ellas como espigas o pinchos. También
podremos proceder a cortar el pelo que
crece en exceso entre las almohadillas
con unas tijeras de entresacar para dejar el pie
más limpio y despejado.
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