Después de haber hecho un repaso a todas
las secciones de la web sobre nutrición
canina, sólo queda dar una serie de consejos
a modo de resumen:
- Da a tu perro o cachorro la mejor comida que
te puedas permitir. No tiene que ser la marca
más cara, aunque si es pienso
te recomiendo que intentes que sea una marca
premium de calidad.
- Ajusta el tipo de pienso al estado
fisiológico de tu perro. Por ejemplo,
si es un cachorro, dale pienso para cachorros.
Y si es un malamute, es mejor un pienso para
razas grandes.
- En razas grandes, como el malamute, es mejor
dividir la ración diaria en 2 tomas;
por un lado, reduces el riesgo de que tu perro
sufra una dilatación-torsión
de estómago, y por otro, disminuyes
la ansiedad del animal, al no estar pendiente
todo el día de su única comida
(¡¡y ya sabemos que los malamutes
se toman muy en serio sus comidas!! ;-))
- El agua es un nutriente fundamental.
Tienen que disponer de agua fresca, limpia y
potable todo el día, más aún
para los perros alimentados con pienso seco.
Sin agua en condiciones, cualquier tipo de alimentación,
por buena que sea, fracasará.
Foto: Thor de Soto de Riofrío, propiedad
de Vanessa Heredia García
- Si cambias a tu perro de un pienso a otro,
debes hacerlo de forma gradual. El primer día
quita un 10% del pienso antiguo, y sustitúyelo
por el nuevo. Si lo acepta bien, el segundo,
con el 25%, El tercero, pasas al 50% y así
hasta que sólo coma del nuevo al que
le quieres cambiar. Evitarás diarreas,
aunque con piensos de buena calidad son raras.
- Evita darles más de un 10% de premios
(galletas, palitos, etc) al día: desequilibras
su ración.
- Evita dar restos de comida casera por lo mismo,
además si se acostumbran a ella, se vuelven
caprichosos y empezarán a rechazar el
pienso.
- Consulta la lista de alimentos a evitar: algunos
son habituales en alimentación humana,
pero están contraindicados en perros.
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