Una
ración equilibrada de alimento debe contener
unas determinadas cantidades de proteínas,
grasas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales
para que el animal pueda mantener todas sus funciones
corporales. Veámos porqué. Foto:
Thor de Soto de Riofrío, propiedad de Vanessa
Heredia García.
Proteínas
Son los nutrientes más importantes
ya que son componentes esenciales de las células
y tejidos, algunas funcionan como enzimas, otras
son anticuerpos, transportan el oxígeno
por la sangre, etc. Al ser moléculas muy
grandes en tamaño, el sistema digestivo
las descompone en subunidades denominadas aminoácidos.
Hay 22 en total de los cuales 10 son esenciales
para los perros, es decir, necesitan ingerirlos
por la dieta porque su organismo no puede sintetizarlos,
a saber: arginina, histidina, isoleucina, leucina,
lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano,
valina (en gatos además faltaría
la taurina, de ahí que los gatos no deban
comer comida comercial para perros pues sería
deficitaría en este aminoácido).
Cuando demos un alimento a nuestras mascotas
hay que tener además en cuenta el concepto
de calidad biológica,
que se define como la habilidad de la proteína
para ser usada por el organismo y la cantidad
de aminoácidos esenciales que aporta. Así
el huevo es el que ofrece un valor biológico
de 100 y es usado como estándar, mientras
que la proteína del trigo tendría
tan sólo un valor de 50. Por lo tanto,
la calidad de la proteína usada en la fabricación
de un pienso (o cómida húmeda) deberá
ser tenida muy en cuenta a la hora de valorar
un alimento comercial.
Grasas
Las grasas son otros de los nutrientes necesarios
en todas las dietas. Proporcionan energía,
textura a la comida, contribuyen a la palatabilidad
del alimento y facilitan la absorción de
vitaminas liposolubles. El tipo y cantidad de
grasas en la dieta es extraordinariamente importante
porque afectan a la capacidad de desarrollar trabajo
muscular, a la condición del pelo y se
usan para crear ciertas hormonas y componentes
de las membranas celulares.
Como en las proteínas, 2 ácidos
grasos poliinsaturados son ácidos
grasos esenciales que deben ser
incluidos en la alimentación, el linoleico
y el alfa-linoleico (en gatos faltaría
el ácido araquidónico). Por ello,
se estima que los ácidos grasos esenciales
deberían suponer al menos un 2% de la ingestión
calórica diaria para evitar deficiencias.
Y de nuevo, las proporciones varían según
ingredientes. Por ejemplo, el aceite de pescado
tiene un 2,7% de linoleico y un 25 % de araquidónico,
mientras que el aceite de girasol tendría
un 72,7% de linoleico.
Hidratos de carbono
Aunque se suele considerar las proteínas
y grasas como componentes principales para evaluar
un pienso, los carbohidratos pueden tener un gran
impacto en la calidad de la dieta de tu mascota
y de hecho pueden ser responsables de algunos
problemas de salud si no son adecuados.
Se emplean como fuente de energía rápida
y para estabilizar el pienso. Sin embargo, si
se da un exceso de energía en la dieta,
estos nutrientes se transformarán en grasas
que pasan a depositarse en el cuerpo provocando
obesidad. Otro problema es que
el organismo requiere de un sistema de enzimas
para descomponerlos y poder ser aprovechados.
Los animales que no tengan todas las enzimas necesarias
dejarán pasar los hidratos de carbono sobrantes
por el intestino, provocando un gran crecimiento
de los microorganismos intestinales dando como
resultado acumulación de gases
y síntomas de indigestión.
Para evitar estos problemas, los alimentos comerciales
deberían contener carbohidratos
solubles o que hayan sufrido un tratamiento
térmico, como el extrusionado,
de forma que sean fácilmente asimilables
por el organismo canino.
De todas formas existe un gran debate acerca
del porqué de la inclusión de carbohidratos
en un alimento para perros, que dependiendo de
las marcas y el tipo de alimento puede oscilar
entre el 30% y el 70%, puesto que en la dieta
natural de cánidos salvajes se admite que
como mucho sólo llega al 30%
(procedente de la ingestión del contenido
intestinal y de bayas).
Aparte de estos nutrientes, una dieta será
correcta en la medida que cubra las necesidades
de vitaminas
y minerales, que aunque necesarios en dosis
pequeñas, son imprescindibles para el buen
funcionamiento orgánico.
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