Las vitaminas y minerales deben formar parte también
de una ración equilibrada en perros (como
en cualquier organismo). Es importante no sólo
cubrir las necesidades básicas, sino tener
en cuenta que en algunos casos un exceso en la formulación
puede ser tóxico para el animal, por lo que
en estos casos, y nunca mejor dicho, menos es
más.
Vitaminas
Las vitaminas son compuestos orgánicos
requeridos por el cuerpo para procesos bioquímicos.
Pueden clasificarse en liposolubles
(A, D, E y K) e hidrosolubles
(las del grupo B y C).
Las
primeras se almacenan en los lipocitos del organismo,
mientras que las hidrosolubles no quedan retenidas
en el cuerpo salvo en pequeñas cantidades.
De ahí que aún siendo necesarias,
haya que tener especial cuidado con no suministrar
un exceso de vitaminas liposolubles que podrían
dar lugar a un problema de toxicidad, sobretodo
en cuanto a la vitamina A y D. En la foto Koda
comiendo su pienso y dando de mamar a sus cachorros.
Propiedad de Ana Belén Cuenca.
Repasando las funciones básicas
de cada una y centrándonos en
el caso particular de perros. En primer lugar,
las liposolubles:
- Vitamina A (retinol): es
bien sabido que es importante para la vista.
Pero una deficiencia puede causar retardo en
el crecimiento, problemas de pelo y piel, y
problemas reproductivos. Los criadores deben
tenerla especialmente en cuenta puesto que una
falta de vitamina A, puede causar hidrocefalia
y paladar hendido en las camadas.
- Vitamina D (calciferol):
importante para los huesos
porque interviene en el balance del calcio y
fósforo en sangre. Aparte de ingerirla
por la dieta, se obtiene por transformación
de una molécula, llamada ergosterol,
con ayuda de la radiación solar.
- Vitamina E (tocoferol):
juega un papel en la formación de membranas
celulares, respiración celular y en el
metabolismo de las grasas. Además es
bien conocida su función como antioxidante
y muchos piensos lo suelen incluir como antioxidante
natural.
- Vitamina K: mayormente el
organismo es capaz de sintetizarla. Afecta a
la coagulación de la
sangre. Es útil saber que los raticidas
precisamente afectan a los factores
de coagulación de la sangre, y que por
ello mismo, el tratamiento para un perro o gato
que haya ingerido un raticida por error o un
ratón/rata envenenado será precisamente
el suministro de una dosis de choque de vitamina
K1.
Ahora comenzamos con las hidrosolubles. Del grupo
de las vitaminas B sólo me centraré
en las más importantes, teniendo en cuenta
que todas son necesarias:
- Vitamina C: muy usada como
suplemento en la dieta en perros (también
en humanos, para evitar los catarros ;-)). Al
intervenir directamente en la mineralización
de huesos se usa para prevenir la displasia
de cadera. No obstante, no hay
resultados científicos que avalen ésta
teoría aunque si se ha visto que puede
resultar eficaz para reducir el dolor en perros
afectados con esa enfermedad genética.
También se suele usar para prevenir la
formación de cálculos
urinarios, puesto que acidifica la
orina.
- Vitamina B1 (tiamina): su
falta provoca pérdida de apetito, debilidad,
pérdida de reflejos y del control nervioso,
y eventualmente, la muerte.
- Vitamina B2 (riboflavina):
esencial para el normal creciemiento, desarrollo
muscular y salud del pelo.
- Vitamina B3 (niacina): ayuda
al buen funcionamiento de enzimas. Su deficiencia
causa la "lengua negra"
en perros y gatos, y se caracteriza por pérdida
de peso, encías, labios e interior de
las mejillas inflamadas y enrojecidas. En casos
graves, le sigue diarrea sanguinolenta y la
muerte.
- Vitamina B5 (ácido pantoténico):
ayuda a la obtención de energía
a partir de carbohidratos, grasas y proteínas.
Su falta provoca pérdida de pelo, diarrea
y alteraciones gástricas. Se ha asociado
también con el encanecimiento anormal
en perros, mucho más notable en perros
de color negro.
- Vitamina B6 (piridoxina):
ayuda a que el organismo use los aminoácidos,
por lo que es totalmente esencial. Su falta
puede provocar entre otros síntomas,
cavidades en los dientes, lesiones en la piel
y en casos graves la muerte.
- Vitamina B9 (ácido fólico)
y B12 (cianocobalamina): trabajan
juntas para fabricar nuevos glóbulos
rojos y proteínas. El ácido fólico
ayuda a prevenir malformaciones en fetos,
como espina fíbida o paladar hendido.
De ahí que muchos criadores opten por
suplementar a futuras hembras gestantes con
ácido fólico a partir del celo
y durante la gestación.
Minerales
Los minerales son elementos inorgánicos
que intervienen en muchas funciones en el organismo,
como la formación de hueso y cartílago,
mantenimiento del equilibrio ácido/base,
funcionamiento de músculos y nervios y
en la producció de hormonas.
Se agrupan en 2 categorías: macrominerales,
porque se necesitan en mayores cantidades (calcio,
fósforo, magnesio, potasio, sodio y cloro)
y microminerales (oligoelementos),
que se requieren en cantidades mínimas
(cobre, yodo, hierro, manganeso, selenio y zinc).
Como antes, deben aportarse en la dieta en proporciones
apropiadas para cubrir necesidades y porque algunos
en exceso presentan toxicidad. El calcio
y el fósforo deben guardar una
relación, que debe ser
de 1:1 (la misma cantidad de calcio que de fósforo)
o de 2:1 (doble de calcio) para que no hayan problemas
dependiendo de la etapa vital del animal.
Como caso particular en Alaskan Malamutes, Huskies
y cruces de ambos, comentar que se ha observado
unas mayores necesidades de zinc en la dieta o
corren el peligro de que aparezca una dermatosis
por carencia de zinc, que se manifiesta
en una pérdida de pelo y piel descamada
sobretodo en cara, cabeza y patas. Los cachorros
pueden presentar además anorexia, estar
aletargados y ser más susceptibles a infecciones
secundarias. Esto es debido aparentemente a una
mala absorción de zinc, que empeora en
épocas de estrés (perros de tiro
en temporada de trabajo) o por una dieta basada
en ingredientes vegetales o con alto contenido
en calcio.
Ya hemos visto la importancia el papel que juegan
todos los nutrientes en la salud del animal. Ahora
vamos a ver cuáles
son los requerimientos nutricionales en perros
y cachorros.
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