La desparasitación interna es uno de los
puntos más importantes en el mantenimiento
higiénico-sanitario del perro.
Influye de manera importante tanto para la salud
del animal como de su dueño. Se debe desparasitar
tanto de hidatidosis (quiste hidatídico
o tenia), como del resto de parásitos intestinales
(ascáridos, nemátodos, cestodos,
etc).
La pauta más común de desparasitación
interna es hacerlo desde cachorro (2ª,
4ª y 6ª semana, aunque cada veterinario
puede aconsejar una pauta ligeramente distinta),
ya que durante la gestación de la madre
puede transmitirle los parásitos por vía
placentaria; la desparasitación se suele
hacer cada tres meses para perros de bajo riesgo;
en perros de alto riesgo se les debería
desparasitar cada mes y medio.
Los tratamientos más frecuentes son a
base de prazicuantel para el quiste hidatídico,
y de pamoato de pirantel o mebendazol
para los parásitos intestinales.
También existen compuestos combinados que
cubren todo el espectro parasitario, por lo que
resultan más cómodos y un amplio
abanico de marcas comerciales e incluso de formatos
(pastillas, jarabes, etc)
Las perras gestantes deben desparasitarse
internamente hacia el día 40 de gestación,
de modo que los cachorros nazcan libres de parásitos.
En este caso, es más adecuado el uso de
febendazol y mebendazol. También es aconsejable
desparasitarla durante los primeros días
de lactación.
Los parásitos externos
también hay que controlarlos adecuadamente.
Existen multitud de formatos (pipetas, sprays,
pastillas, collares...) y multitud de compuestos
químicos para tratarlos o prevenir sus
picaduras.
Consulta a tu veterinario para que te aconseje
de la pauta y producto idóneo en tu caso
concreto.
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