Las garrapatas son arácnidos macroscópicos,
de cuerpo globoso, con 4 pares de patas cortas
y que tienen en el extremo anterior una estructura
llamada capítulo, que
introduce debajo de la piel para alimentarse.
El mayor peligro de las garrapatas es que además
de la anemia que pueden producir en el animal,
transmiten enfermedades al actuar
la garrapata como vector. Una de las más
grave es la producida por una ricketsia llamada
Erlichia canis (erliquiosis canina),
que produce síntoma similares a la leishmaniosis
como adelgazamiento, debilidad, infartación
de los ganglios, epistaxis y fiebres elevadas
en agujas (características).
Existen muchas especies distintas.
Los géneros más importantes en España
son Ixodes y Riphicefalus.
Un mismo animal puede llevar garrapatas de distintas
especies en distintas zonas de su cuerpo. Se distinguen
por su ciclo biológico y se dividen según
sean de 3, 2 ó 1 hospedador.
Detalle de la cabeza de garrapata del género
Ixodes.
Garrapatas de ciclo biológico
de 3 hospedadores: las garrapatas adultas
copulan en el hospedador definitivo y se alimentan
de su sangre hasta que la hembra, a fin de hacer
la puesta, se desprende y cae al suelo, donde
ponen los huevos. De éstos salen las larvas,
con 3 pares de patas, que cuando notan la presencia
de un animal de sangre caliente suben a él
y se alimentan del mismo, hasta que están
preparadas para la muda. De nuevo, vuelven a caer
al medio ambiente donde pasa de larva a ninfa,
etapa donde ya tienen 4 pares de patas. Se distinguen
por un escudo quitinoso que tienen en el dorso.
Entonces sube a otro animal (hospedador intermediario
2) y allí se alimenta hasta que madura
para realizar otra muda de ninfa a adulto. El
adulto sube a otro o al mismo animal (hospedador
definitivo)
Garrapatas de ciclo biológico
de 2 hospedadores: es idéntico
al anterior salvo que el paso de larva a ninfa
se realiza sobre el animal sin necesidad de que
baje al suelo.
Garrapatas de ciclo biológico
de 1 hospedador: todas las mudas se realizan
sobre el animal. Sólo bajan para poner
los huevos.
El tratamiento para eliminar
las garrapatas depende de su número. Si
se observa una garrapata aislada se puede retirar
poniendo en contacto la misma con una sustancia
oleosa o alcohol. En unos 10 minutos se podrá
arrancar, haciendo un giro a la vez que se tira
de ella. Si el capítulo se queda debajo
de la piel, el organismo del perro lo reconocerá
como un cuerpo extraño y se producirá
una reacción en cadena que acabará
constituyendo un granuloma o incluso un absceso.
Si la infestación es generalizada, entonces
es mejor dar un baño antiparasitario.
De forma preventiva, se pueden usar sprays rociadores,
pipetas, collares, etc. y todo tipo de antiparasitarios.
Foto de garrapata ixodes por Richard Bartz
(Own work) [CC-BY-SA-2.5],
via
Wikimedia Commons
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