Las
pulgas son insectos de cuerpo aplanado
látero-lateralmente. El cuerpo
transparente por lo que adquieren un color
rojizo de la sangre que ingieren. De
los 3 pares de patas que presentan, el último
está diseñado para saltar, y lo
utilizan para subir o bajar del perro.
Ciclo biológico: copulan
en el hospedador, ingieren grandes cantidades
de sangre y la hembra baja y deposita sus huevos
en el medio ambiente. Salen de ellos unas larvas,
usando para ello una uña quitinosa. De
la larva pasan a la etapa de ninfa o pupa, que
es una especie de capullo del que eclosiona el
adulto. El adulto cuando percibe la presencia
de un animal de sangre caliente, salta y así
se cierra el ciclo.
Las pulgas adultas son capaces de ingerir mucha
más sangre de la que es capaz de digerir,
de manera que la que no utiliza la defeca para
alimentar a pupas y larvas.
Las heces tienen el aspecto de un punteado
negruzco, que se puede apreciar entre
el pelo del perro, sobretodo en capas blancas
y que sirve para detectar su presencia en el animal.
La pulga al picar, antes de succionar la sangre
inocula un anticoagulante, para
que no se coagule al aspirarla. Esto ocasiona
picor al perro y en ocasiones una fuerte
reacción alérgica a su picadura.
En España las zonas más afectadas
son las zonas húmedas de temperatura constante.
Es relativamente específica.
Si el animal tiene pulgas, es necesario utilizar
un producto (antiparasitarios externos)
que ataque a los adultos. Aparte hay que limpiar
el entorno para destruir los huevos y larvas.
Existen tratamientos preventivos en forma de collares,
pipetas, sprays, polvos…
Fotografía: Luis Fernández
García via wikipedia
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