Los
parásitos son organismos que obtienen
un beneficio de otro, el hospedador, causándole
además un perjuicio. El hospedador,
puede ser hospedador definitivo,
si alberga al parásito en su estadio adulto,
u hospedador intermediario, cuando
aloja al parásito en cualquier otra fase
de su ciclo biológico. No obstante, hay
que aclarar que hay hospedadores que actúan
tanto como hospedador intermediario y hospedador
definitivo.
En los animales de compañía podemos
clasificarlos en varios grupos en función
del lugar del cuerpo que parasitan:
- Parásitos del intestino y
las heces: aquellos cuyas formas adultas
se hayan en el intestino delgado de un hospedador
determinado, pudiendo hallarse sus formas intermedias
en otros hospedadores o en el medio ambiente.
Suelen presentar sistemas de fijación
a la mucosa del intestino, y se alimentan a
partir de las sustancias nutritivas que el organismo
del hospedador necesita absorber para alimentarse.
Causan una serie de perjuicios al hospedador
como:
- Debilidad, por impedirle
asimilar los nutrientes.
- Lesiones en la mucosa, dejándola
inflamada e incluso haciendo que sangre con
lo cual el animal presentará pequeñas,
aunque constantes, pérdidas de sangre,
que pueden provocarle una anemia.
- Impiden la absorción en el
intestino de determinadas sustancias
que favorecen la incorporación de la
vitamina D al pelo, con lo cuál, estos
animales presentan un pelo pobre y sin brillo,
e incluso alopecia zonal (por ejemplo, alrededor
de los ojos) o falta de pelo en general.
- En caso de animales muy jóvenes, estas
alteraciones pueden llevarlos a la muerte
por deshidratación y/o desnutrición.
Los animales parasitados presentan una importante
pérdida de peso, a pesar de tener un
apetito voraz. El abdomen está distendido
(por acumulación de gas) y con mucosas
pálidas.
Los parásitos intestinales más
comunes en perros son los cestodos (tenias),
nematodos (comúnmente llamados lombrices)
y coccidios.
- Parásitos orgánicos:
parasitan tejidos y órganos distintos
al intestino. Los más importantes, tanto
por su pronóstico desfavorable como por
la incidencia, son la filariasis y la leishmaniosis.
- Parásitos externos o ectoparásitos:
se alojan en la piel causando un perjuicio al
individuo. Se dividen en insectos (macroscópicos,
con 3 pares de patas, como las pulgas) y ácaros
(macroscópicos y microscópicos
y 4 pares de patas en su fase adulta, como el
demodex y otros ácaros causantes de distintas
sarnas, garrapatas y cheyletiellas).
|